Las medidas adecuadas para protegerse de los efectos nocivos del sol
Nunca es demasiado pronto para enseñar a tus hijos buenas prácticas de exposición al sol. Conocer (y respetar) las reglas de la exposición al sol es la única manera de disfrutar
del sol con seguridad.
Ten en cuenta la hora del día en que te expones al sol
“¿Cuándo puedo ir a jugar al sol con mis amigos?” Aunque tu hijo se impaciente, es muy importante evitar las horas de máxima luz solar entre las 11 y las 16 horas, cuando el sol está
en su punto máximo en el cielo y sus rayos UV son más peligrosos, especialmente en la playa, donde la arena refleja el sol. Ya sea que los distraigas con una sesión de coloreado o una siesta,
¡depende de ti encontrar actividades alternativas!
Protege a tu hijo con ropa
La ropa es una de las mejores formas de proteger a los niños del sol durante los desplazamientos. Busca mangas largas, tops que cubran los hombros, pantalones y sombreros de ala ancha.
Protege los ojos de tu hijo
Al igual que la piel, los ojos de los niños no han madurado y son especialmente sensibles a la radiación. Por eso se recomienda equipar a tu hijo con gafas de protección UVA certificadas y adaptadas
a la forma de su rostro. Cuanto antes acostumbres a tu hijo a llevar gafas, más fácil le resultará soportarlas.
Aplicar una buena protección solar
Es importante aplicar regularmente y de forma generosa protector solar con al menos FPS 50 a la piel de los niños, y reaplicarlo al menos cada dos horas, sobre todo porque hay muchas oportunidades para que se
quiten la crema protectora: nadar, jugar, sudar, por nombrar algunas de las favoritas. Los niños de hoy son los adultos de mañana, por lo que es importante enseñarles buenas prácticas
de protección solar desde una edad muy temprana.
Asegúrate de que tu hijo se mantenga hidratado
Es posible que los niños no siempre piensen en mantenerse hidratados cuando corren y juegan al escondite al aire libre. Es muy importante que tu hijo beba mucha agua cuando esté al sol para evitar la deshidratación.
Evitar la exposición directa al sol
Si es posible, elige actividades a la sombra y evita la exposición directa al sol. Así que puedes disfrutar de la playa, por supuesto, pero lleva una sombrilla. Pero cuidado: ¡la sombra no significa
protección cero! Ten en cuenta la radiación UV indirecta.