Calmar la piel después de la exposición al sol

Importancia del protector solar
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Calmar la piel después de la exposición al sol

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Paso 1: Proteger la piel del sol

De nada sirve que te esfuerces en tu rutina para después del sol si has olvidado lo más importante durante la exposición: la protección, nuestro lema. Nunca está de más decirlo: la exposición al sol nunca está exenta de riesgos, por lo que es fundamental proteger la piel con ropa y un protector solar con un FPS elevado.  Es la única manera de limitar los riesgos de los daños solares y del envejecimiento de la piel: quemaduras solares, manchas solares e incluso cáncer de piel.

Paso 2: Enjuagar bien la piel.

La sal y el cloro tienden a deshidratar la piel, por lo que es importante enjuagarse después de salir de la playa o la piscina para eliminar los residuos de cloro, arena, sal y filtros de protector solar en la piel. La hidratación comienza en la ducha: para rehidratar y nutrir la piel en profundidad, se lava preferentemente con un jabón supergraso de pH neutro en lugar de con un jabón decapante. No olvides enjuagarte bien el cabello para evitar las erupciones cutáneas y la sequedad del cabello y el cuero cabelludo.

 

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SOL

Cómo elegir los cuidados para después del sol

La textura

Al igual que eliges tu protección solar, es importante que elijas tu postsolar según tu tipo de piel y tus preferencias. ¿Qué tienen en común el protector solar y la loción postsolar? Ambos contienen propiedades antioxidantes y antinflamatorias para calmar los efectos del sol en la piel.

Tipo de piel

Tipo de piel: El postsolar debe elegirse en función del tipo de piel: si es sensible, reactiva o grasa. Ya sea en aceite, en leche o en crema, eres tú quien debe decidir qué concentración te conviene según tus preferencias y las necesidades de tu piel. Si tu piel está dañada y descamada, elige una crema enriquecida para nutrirla en profundidad. Si la piel ya está bien hidratada, una leche o un aceite pueden ser suficientes.
 

 

ASESORAMIENTO AMABLE Y EXPERTO

Nosotros (también) nos hidratamos desde dentro

No olvides tomar una bebida para mantenerte fresco e hidratado después de la exposición al sol. Elige agua, sopas frías y gazpacho en lugar de bebidas azucaradas y refrescos, que tienen menos probabilidades de saciar la sed. Se recomienda beber una media de 1,5 litros de agua al día.

Tampoco hay que subestimar el papel que desempeña la alimentación en la reparación de la piel después del verano. Al elegir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, aportamos al organismo los antioxidantes que la piel necesita para regenerarse.